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A 10.000 metros de altura la naturaleza resulta un arte desconocido para el hombre. Sobrevolando la inmensidad del Océano Atlántico, basta una sola mirada para ver la belleza de Tenerife, una isla codiciada y única. Sus paisajes mágicos, aún nos hablan en un idioma muy antiguo, y nos narran la historia de los primeros pobladores de la isla y de tradiciones que se aferran a la tierra y echan raíces imposibles de arrancar. En este enclave se sitúa una de las regiones canarias vinícolas más activas del archipiélago. Su suelo de origen volcánico, el clima de temperaturas suaves, la humedad y los vientos alisios favorecen el cultivo de una gran variedad de uva. Es en este entorno, en la zona más soleada al sur de Tenerife, donde se sitúa la Cooperativa Cumbres de Abona, fundada en 1989 con una importante misión: activar la actividad vitivinícola de la comarca.
Veintiséis años después, tras un dilatado recorrido, los productos de la bodega tinerfeña disfrutan de un éxito arrollador. El vínculo entre Berlin Packaging y la Cooperativa Cumbres de Abona se ha ido forjando a lo largo de los años gracias a una fructífera relación comercial, que ha culminado con el ambicioso proyecto desarrollado por Studio One Eleven para una profunda renovación estética y estructural de su imagen.
El nacimiento de “Lucía” –nombre con el que se bautizó la nueva botella- es el resultado de un meticuloso trabajo a nivel técnico y creativo. ¿El principal objetivo? Realizar un cambio que respetase la tradición e identidad de la Bodega –su anagrama, su personalidad y su historia- transformando el envase en un vehículo conductor de todos los valores corporativos.
La belleza del envase
Actualmente nos encontramos ante un mercado vitivinícola altamente competitivo, donde la necesidad de evolución y cambio en la forma de presentar los caldos se ha convertido en una verdadera necesidad. El principal objetivo de Studio One Eleven, durante todo el desarrollo del proyecto Cumbres de Abona, fue innovar la identidad existente para ganar relevancia, pero respetando la personalidad y el reconocimiento que ha forjado a lo largo de su historia. De este modo, se comenzó a diseñar la nueva botella, “Lucía”.
Studio One Eleven ofrece una amplia gama de servicios entre los que se encuentra la capacidad de invertir en moldería, y en el diseño y creación de envases. Inicialmente, la bodega tinerfeña contaba con un envase convencional: una botella bordelesa de vidrio verde, adornada únicamente con su etiqueta. Rompiendo con este modelo anterior, el nuevo diseño, fabricado en vidrio de color negro, está conceptuado para irradiar elegancia: curvas sinuosas, hombros estilizados y una boca señorial digna sólo de vinos de gran calidad. Pero sin ninguna duda, el elemento protagonista de todo el conjunto es la incorporación de un grabado, rodeando toda la parte inferior de la botella, con las letras inconfundibles de su anagrama. El resultado salta a la vista; tanto a nivel estético como estructural se ha conseguido fusionar la esencia de años de historia con un diseño elegante que refuerza su identidad y destaca por su originalidad. El toque final se lo aporta el conjunto de nuevas etiquetas –de las que también llevamos a cabo el restyling– elaboradas en una gama de colores vibrantes que conjugan como complemento perfecto con el tono negro de la botella.
Hoy sólo podemos sentirnos orgullosos de los resultados alcanzados con el proyecto. Además de incrementar sus ventas hasta un 40%, la Cooperativa Cumbres de Abona disfruta de un merecido reconocimiento: Ganador del Concurso Oficial de Vino Agrocanarias 2014 por ser la mejor imagen y presentación durante ese mismo año.
En Studio One Eleven buscamos materializar en cada proyecto la visión de nuestros clientes. La belleza se une a la necesidad de transmitir los principales valores corporativos a través de una experiencia de consumo única. “Lucía” reencarna la unión perfecta de un equipo humano altamente especializado a los últimos avances tecnológicos. Debemos ser conscientes de que los consumidores evolucionan al mismo ritmo que lo hace el entorno en el que viven, por eso el diseño de packaging debe estar preparado para responder a la necesidad de las marcas por adaptarse con éxito al cambio.
