Un almíbar simple se hace con azúcar y agua
Dependiendo de la acidez de la fruta debe variar la proporción de azúcar y agua.
Para que el almíbar quede brillante y transparente hay que darle a la fruta el punto justo de cocción, un exceso de cocción desprende partículas de la fruta que enturbian el almíbar.
Las frutas jugosas pueden genera su propio almíbar, alternándolas al envasarlas con capas de azúcar y dejándolas macerar durante unas horas.
El almíbar elaborado con vino blanco añade un factor de conservación añadido. Es importe hervir el vino previamente para evitar la amalgama de sabores.
Los licores fuertes como el aguardiente también pueden sustituir al agua en los almíbares.
Y por último debe observarse la medida correcta de azúcar indicadas en las recetas para evitar que el almíbar espese demasiado.